No daría mi sonrisa por una lágrima en reposo
no quiero ser esposo del amor, ni de la prisa
no busco hacerme fuerte con lirios en mi cama
ni buscar puritanas en los casinos herejes.
No quiero perder el juicio por un beso robado
ni gato de tejado, ni mirada con maleficio
tampoco deseo nada, que nada tenga que ver
conmigo o con usted, sin usted o con nadie.
No me pongas laberintos en el camino que llevo
ni un cielo embustero que me pinte de vino tinto
no me pongas hielo en la herida renovada
con retazos de miradas cuando mirar ya no quiero.
No daría mis pecados por tus labios de cloroformo
ni un alma con trastorno, ni un 'te amo' adosado
¿para qué sentirme culpable de esto que me embarga?
me cansé de ser la carga, que llevo sobre mis pies.
Ahora, y por mi bien, te despido como a mis pesadillas
que no te tiemblen las rodillas, tus piernas de leche y miel.
donde ya no se ven cantos de boleros y tangos
no me quites el rango que por odiarte me gané.
Blas Roa