*SOCARRÓN*
No soy guapo, ni tan feo, para repudiar mis encantos
que son positivamente amables y risueños como soy,
los dientes y mi bocaza se ven con mis ojos saltones
que acerca el tiempo de procurarme enseñar a amar.
*CHANCERO*
Jamás he tenido una mujer palpitando en mis brazos
nunca sentí el calor vivo de ardor arropando mi alma,
enseñarme la forma de cerrar mi bran bocaza y amar
con mi fealdad reñida entre el anhelo de ser hombre.
*GRACIOSO*
Tengo la boca grande para besarte como a mi madre
que me quiere como soy halagada de estar a su vera,
aunque le llaman angustia es como un ramo de rosas
que retoñará entre el ser erótico de la sana madurez.
*BROMISTA*
Como dispongo los brazos para apretarte en mi alma
señora de esmerada sabiduría al crear el amor ufano,
frótame en tu pecho para cobijar esta roja vergüenza
para aprender que querer es eternidad y encanto fiel.
*PERSONA*
Gracias mujer por enseñarme a gustar la reina madre
puedo morir tranquilo con el tiempo del recuerdo fiel,
he sido feliz ese instante de eterna potestad de amar
al encontrar sentido a ese espejo que tengo en casa.
*HUMANA*
Autor:
Críspulo Cortés Cortés
El Hombre de la Rosa
5 de febrero del 2012