Rosario Bersabe Montes

LA NATURALEZA

 

Con su sapiencia sin fin
manda la naturaleza,
plasman toda su belleza
las flores en el jardín.
Aquí rosa, allí jazmín,
hay claveles colorados,
bonitos lirios morados,
despiden lindos olores
con destello de colores
de primaveras preñados.

 

El sol en su lejanía,
manda sus rayos de fuego,
que nos dejan sin sosiego
cuando llega el mediodía.
Y sufrimos la agonía
del verano caluroso,
con su fulgor riguroso       
que nos derrite el aliento,
¡Con este acaloramiento,
perdemos Hasta el reposo!

 

El otoño, va arrastrando
al viento, que súbitamente
tal como cuerpo yacente
las hojas las va secando;
de las ramas arrancando
con quejido lastimero,
pero él se yergue altanero.
solo quedan adheridas
cual mariposas heridas
las hojas del limonero.

 


Tierra que la lluvia espera
cuarteada por la sequía
rezando su letanía,
el labrador desespera.
¡Ay Dios… si por fin lloviera!
No me taches de atrevido
cuando te imploro y te pido,
Señor, que lloren los Santos,
que agua se vuelvan sus llantos,
en este invierno sufrido.