HERENCIA
¡A vosotras hijas!
¡No!, pisoteéis mi sendero,
porque esta hecho de piedra afilada
¡No!, busquéis mi cuerpo,
porque sus trozos se quedaron de camino.
¡No!, busquéis mi alma.
porque esta no tiene destino.
¡Abrid! brecha nueva.
para que no os desangréis,
en la lucha.
¡Y!, si os desangráis.
Que vuestra sangre,
corra como un río,
fertilizando plantíos,
con la certera esperanza
del mar como destino.
Nilo