Vivo en la isla, de mi soledad
Ofuscado y sin ayuda, solidaria
Abandonado, á mi suerte y vanidad
Sin destino y he perdido, la dignidad
Si en nadie encuentro consuelo, ni ayuda
Y la soledad es la matricula, de mi estado
Para que vivir, con esta depresión profunda,
Que me lleva á la deriva, en islas de solano…
Gracias por dejarme vivir, Señor de lo cristiano
Pero no veo el carril, que me saque de este rellano
Por donde vago, con angustias y muy desquiciado
El destino me deja sin nada, por lo que luchar en vano.
Hay tanta desesperanza en el mundo, que muero
En los silencios desnudos, que llaman á mi puerta
Pero la llave no la encuentro, para abrir el cerrojo
Del corazón impoluto y enfermo, de consciencia…
Llantos que voláis, por los cielos de mí ser, escondidos
Salir á flote y darme la caricia, que alimente mi vivir
Vivo solo, en el túnel de la depresión y mis delirios
Sentidos que abren los caminos, de la visión y el sentir…
Regalarme la caricia, de la fe y la inspiración sin fin
Siempre tengo el gusto, de escribir mis deseos
Pero jamás he gozado, del fruto que busca, mi frenesí
Que vibra en todos los átomos, de mis frágiles huesos…
Soy un mundo solitario, sin estrellas soles, ni lunas
Por esto muero en mis dunas, apagando mi vivir
Llama que enciende el candil, que ilumina mis fortunas
Esas que no pasan de ser ilusiones, que hieren mi latir
Ya que el mundo real, es la cárcel para todas, mis inquietudes
Esposas invisibles, que atrapáis el oxigeno que respira, mi latir
Hago un llamamiento al alma, que se pasea por mis ciudades,
Dentro del esqueleto, que posa en las fotos, de mi débil perfil.
¡En la búsqueda que persiguen mis latidos, vive atrapado el poeta herido, de desamor y no encuentro, mi elíxir!
¡Para sanar la nube de penas, que soportan los huesos de Modesto, un hombre humilde, con un amago porvenir!
Modesto Ruiz Martínez / 17/09/2009