Es fantasía pensar que no es la muerte quien espera al final de la vía,
a veces la "guía espiritual" en lugar de guiar a muchos de la verdad desvía,
yo no escribo sobre "la verdad" de nadie, escribo sobre la mía,
y en mi realidad la vida es una escuela, no un jardín de rosas y falsa alegría.
Y aunque la melancolía esta al asecho la mayoría de los días,
es de cobardes no admitir que todos somos presa de la agonía.
La falsedad hoy en día abunda por las calles,
y se la puede percibir en aquello que requiere lujo de detalles,
el valle de lágrimas está lleno de rosa con espinas,
es cautivante su olor e inevitable el dolor, pues las espinas siempre lastiman.
Es una lástima que muchos piensen que todo está "perfecto"
pues es un defecto del hombre no hacerse responsable
de los resultados de sus propios actos imperfectos.
Es necesario hacer un alto para prestar más atención a nuestras vidas,
pues la razón por la que muchos se pierden es porque jamás buscan la salida.
Y las heridas del pasado se cerraran con el tiempo,
pues todos llevamos mas cicatrices en el alma de las que llevamos en el cuerpo.
Ahora reto a los valientes a enfrentarse a sus temores,
pues los dolores del corazón solo son causados por nuestros propios errores.
Hay que votar el rencor que esconde el alma
pues es esa la espina que impide hallar para el espíritu la calma.
Y ahora por la noche cuando descanses sobre tu cama,
pregúntate si realmente estas con mente, cuerpo y alma
junto a la persona que realmente amas.