De lo poco o mucho que te diera,
solo el tiempo quiso atesorarlo.
Y una vez tirado en su trinchera,
hasta tú, te encargaste de olvidarlo.
Momentos del pasado por doquiera,
estampas del ayer, hoy a resguardo.
Detalles que el tiempo recogiera,
sin pensarlo mantuvo en salvaguardo.
Parece que el tiempo y su trinchera,
nos urgiesen en presente a recordarlo.
Sabiendo que el amor que nos uniera,
Con tan sólo un guiño, llegará a avivarlo.
Si los secretos del tiempo conociera,
no temería el destino que hoy aguardo.
Más a ésta cita, que en mi alma reviviera,
el corazón también carga su fardo…