En el bosque del silencio
Mas allá de la muralla
Vestida de blanco y negro
La majestuosa urraca
De muy buen aspecto
Aunque con mala fama
Allí vuela a su albedrío
Allí tiene su casa
Y curiosa va siguiendo
A todo aquel que por allí pasa
Buscando algo de paz
Que en este mundo hace falta
Pues allí con estas aves
Que de la gran reina portan armas
Se quedo parado el tiempo
Después de la gran batalla
Entre pinos y chopos
Con el lejano aroma de las jaras
Cuando el viento canta suave
Se respira una gran calma
Y uno se encuentra, solo
En medio de la balanza.