En la realidad cotidiana que encarcela las ansias y el aburrimiento derrota, no queda mas remedio que generar ilusiones para combatir la frialdad que amenaza con convertirnos en insípidos glaciares exentos de color.
Una mirada alrededor nos permite acercanos a la escuálida belleza que contiene el sustento de nuestra ilusión. Basta mirar con ojos nuevos, buscar en cualquier rincón el motivo que nos devuelva las ganas de sonreir, atisbar en cada semejante una vida interior con su propio sufrimiento y esperanza, recorrer la naturaleza a la captura de ese momento mágico que nos descubrirá que "hoy" es un día especial.
A nuestro alcance, el sol entre nubes esponjosas que forman figuras divertidas; el banco de madera despintado que revive ilusiones adolescentes casi olvidadas; la visión del lector entrañable en el autobús diario; el paseante del abrigo que sonríe al mundo; el niño con accesorios "contrainvierno" del que solo descubres los ojos expectantes; el árbol caduco que yergue soberbio sus ramas demudadas como garras arañando el firmamento...
Todo a nuestro alrededor grita pasión, ilusión, vida... Tan sólo hemos de preocuparnos por descubrirlo.