Por aquellos días el cementerio estaba de moda
La gente moría por una enfermedad que el doctor dijo no se soluciona
Parte del temor infundido fue el hecho conocido
De que más de mil habían fallecido
En una región de poco menos de dos mil nativos
La epidemia no controlada contagio todas las casas
Llegaba y a su paso arrasaba
Hasta las ganas de salir adelante
Ante este calvario el grupo restante
Decidió retirarse partieron a otras tierras libres de tantos males
Con cuidado y sigilo salieron de sus hogares
Emprendieron un nuevo rumbo a lugares inhabitables
Eran cerca de ochocientas personas por caminos selváticos
En aquel tiempo no existían los medios de transporte rápidos
Lo más parecido eran los caballos pálidos y escuálidos
Que cansados se largaron
Su única solución fue emprender a pie el camino
Mujeres, ancianos y niños iban reunidos
Los hombres custodiaban cada paso
Evitando a toda costa flechazos o ataques extraños
Mas en esa jungla su paso fue apresurado
Tres meses duraron viviendo una aventura
De la que pocos salieron bien librados
Comiendo semillas frutos propios de su espacio
Cerca de quinientos no aguantaron en el tramo quedaron grabados
Muriendo de extremo cansancio o envenenados
Por culpa de las frutas las serpientes y los sapos
El Rey del grupo dijo vamos creo que e encontrado algo
Todas las personas se acercaron
Llegando a la cumbre de aquel peñasco
Desde allí veían una tribu de humanos
Pocos avances poco de agrado
Pero era mejor que nada pensaron
Bajaron por cerca de ocho horas aquella montaña
Lo difícil ni fue llegar sino lograr que les aceptaran
Eran cerca de las nueve de la noche
Cuando llego el golpe
Aquellos humanos selváticos tomaron catorce de sus hombres
Ese era el pago por recibirlos dijo el jefe del otro bloque
Tomen lo que necesiten y quédense tres noches
Si se demoran más de eso tomaremos más de los suyos
Esas son nuestras órdenes
Dos días de tranquilidad devolvió en una pequeña parte la paz
Esa que aquella epidemia logro quitar
Era un viernes en la noche
Cuando llego el “Malote”
Era un tipo tosco, rudo y a la vez noble
Dijo mañana tengan todo listo para que se vayan
No podemos hospedar más a tanta masa
A las cuatro de la mañana se largaban dijo gracias
Ustedes se merecen un pago por tantas cosas gratas
Tomen estas diez monedas de plata
El malote dijo “autuyan yamata” y saco de su bolsa un tesoro
Entrego a los visitantes cien monedas de oro
Salieron de allí buscando de algún modo
Una superficie plana en la que pudieran establecer sus tronos
Mientras el Rey pensaba el como repartir tanto dinero para todos
Pensó seré astuto en este asunto
Cincuenta para mí y cincuenta para el grupo
Da igual yo soy el rey que a dirigido sus rumbos
Me deben por lo menos devolver parte de ese fruto
Teniendo ya la tierra el rey grito con fuerza
Quiero que se reúnan todos celebraremos una fiesta
Tengo un aviso bueno que les interesa
Aquella tarde noche comieron y bebieron sin afanes
El rey se paro en frente del gentío y dijo
“hemos sido bendecidos por aquellos humanos desconocidos
Aparte de ayudarnos nos han hecho ricos
Se me han entregado cincuenta monedas de oro y seré colectivo
Lo compartiré con ustedes ha si como ellos lo hicieron conmigo
Terminada la oratoria
Se entregaban las monedas de manera inmediata
Pero esta pasaba por orden de importancia
Primero los mas poderosos después el resto de la masa
Cincuenta monedas no eran nada
Para doscientas bocas con ganas de traga
El primero tomó diez sin que nadie lo notara
Da igual que cuarenta son muchas
Y no detectaban la trampa
El siguiente pensó: Aquí hay mucha plata
Con siete monedas, me construyo muchas casas
De igual manera sacó sin que le detectaran
Y así entre cerca de quince, la plata se acababa
Doscientas setenta y un personas
Como esclavas se formaban
Pasaron cerca de diez días de paz y calma
La serenidad en el aire se respiraba
Pero la visita de la epidemia de nuevo comenzaba
Dieciséis personas, las de más alto rango enfermaban
Incluyendo el Rey, que junto a ellos agonizaba
Muriendo de aquella enfermedad,
Que hoy por hoy está globalizada
Una pandemia de corrupción, que enferma el mañana
Y solo trae muerte y destrucción cuando se contagia.