La noche se entrega al dia
en la posta de su existencia.
Las nubes no disimulan
el calor que nos espera.
Es total la calma
mientras todo se va calentando,
Bullen y revolotean los insectos
en tareas presurosas.
Trato de aferrarme a ti
con timidez al tocarte.
Contemplo tus ojos sonriendote,
deseando la lluvia aliviadora.
Alrededor nuestro, la ciudad despíerta
despereza su noche y afirma su mañana.
La vida para mí es como este dia:
estrecharte soñando al hacerlo.