Puede que no sepa cuanto me consumo,
pero su voz me despertó la ciencia,
el animo cojitranco tras el espejo
y una luna colgada del cielo de otro mundo.
Sabría quizás, cuan bellos son sus ojos
pero no detallo tanto ni poco,
me muero cada vez que quiero
y extraño hasta sus estornudos.
El Diablo me hizo una apuesta en ventaja
me pidio las manos y el pescueso
jamás le daría algo satán
que no valga lo que haces cuando sonríes.
Y Dios leyó mis canalladas
casi nunca algo le escribo por recordar
te amo, porque al odiarte es mas fácil amar
te odio porque nunca te veo queriendo.
Y aun con el obturador hecho trizas
me hizo una foto con los labios
que me dejo cuan gato de tejado
pegado al cielo de su cornisa.
Temo perderte entre las mujeres que olvido
solo soy alfombra y no tapete
algo mas que un idiota
un loco que por quererte resucita.
Blas Roa