Poeta es aquel que por un beso
se disipa en la locura.
Aquel que se suministra de quimeras
embalsamando la realidad
porque de “vivir “ se trata.
Aquellos que ignoran al materialismo
construyendo castillos en el firmamento
para divisar los colores del alba.
Aquel que habla con el viento
Y sufre de abandono, vacio de danza,
bebiendo sorbo a sorbo el vino de la soledad.
Aquel que ama impávido,
sujeto a la sonrisa breve de su impar.
Poeta es el que llora en el silencio
por el infortunio caprichoso del hombre.
Aquel que nada necesita para fugarse
al huerto de la espigada tristeza.
Aquel que se adueña de la luna
versando al rumor de la libertad.
Poeta es el que despierta en el monte
con el corazón en la mano
para donárselo a los lobos famélicos.
Aquel que es fustigado con espinas
que le desgarran el alma
Y se desangra en sumisión.
Aquel que deja las uñas en la causa
sin importarle el suplicio.
Ser poeta es “ser cada día mayor”
Antonia Ceada Acevedo