¿Cómo le digo yo que sin su piel arde la mía?,
¿cómo le digo yo, con qué ojos, con qué cara de amor
o cara de tristeza?,
¿cómo le digo yo
que no me acostumbro a su presencia tan ausente…
tan ausente de mí…?
¡¿Con qué voz le digo yo?¡,
!¿con qué voz de miedo o de amor romperé su ausencia de mí?¡.
¿Cómo le digo yo que me falta toda ella
cuando me tiene y no me tiene…
no me tiene en ella?.
¿Cómo le hablo?
!¿Cómo?¡,
¿ con qué idioma de ella?,
¿con qué palabras, con qué versos?¡
ah!...
¿Cómo le digo yo que me hace tanta falta cuando está presente,
que la siento más distante que cuando a mí viene?...
más distante que la carretera hecha distancia,
hecha kilómetros, hecha del miedo de olvidos,
hecha de nuevos nombres y suspiros…
Se me acaban los puentes de recuerdos,
de sus besos, de su voz a mí, de sus pupilas a mí…
¿Con qué puentes nos uniré en la distancia?
!Dios¡ ¿con qué puentes?
si es tan ausente que ya no me alcanza ni una mitad de un puente…
si ya no me alcanza ni un abrazo…
Si ya no me alcanza nada…!nada¡.
Ni el tiempo en horas o segundos,
no existe en ella ni minutos de la sed de mí,
no existe en ella el tiempo de la presencia de mí.