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Serenidad de neón, noche promiscua
el velo descorriendo las ventanas ,
el ojo sigiloso que vigila
atemporal y etérea nuestras almas .
Rumor de pasos, ecos de los huesos ,
calaveras sin cuencas, pastizal, biznaga
Un gozne quejumbroso que suspira
rompe la paz del muerto que descansa.
Del tiempo detenido los lamentos ,
del ser que existió solo la nada,
La tierra a cubierto la memoria
La muerte ha perdido su morada