Marellia

*EL CAMPOSANTO PERDIDO

 

.

Serenidad de neón, noche promiscua

 el velo descorriendo las ventanas  ,

el ojo sigiloso que vigila

 atemporal y etérea nuestras almas .

 

Rumor de pasos,  ecos de los huesos  ,

 calaveras sin  cuencas, pastizal, biznaga

Un gozne quejumbroso que suspira

rompe la paz del muerto que descansa.

 

Del tiempo detenido los lamentos ,

del ser que existió solo la nada,

La tierra a cubierto la memoria

La muerte ha perdido su morada