¿Por qué mis pensamientos vuelven hoy a ti? A ti, de todos, el peor. El que nunca me quiso. Tu sonrisa todavía me hiere, por sarcástica y encantadora. Fuiste tan malo conmigo… dos veces confié en ti, y me heriste de la misma manera. La segunda vez definitivamente fue culpa mía, por creerte. Nunca podré olvidar tu carácter irónico y autosuficiente. Aprendí a odiarte con la misma intensidad con la que te deseaba. Ahí está la explicación que busco. Fuiste y eres hasta hoy, el hombre que más me hizo sentir mujer.