Cuando la alevosia se nombra
en tu mirada cansada se refleja una estrella
la misma que alumbra mi caida
y un corazon en ebriadad de sudor
sobre la maldad, solo, y siempre uno.
Por las doce que marca el relog
la oscuridad absorbes con amor
y me recuerdas que ya no somos dos
somos solo uno, un amante, un ardor...
Los besos son tantos que no hay espacio
mas que para uno repleto por devocion
y de lo que solo tu le despiertas
a mi mente, tacto y corazon.