luis alcivar

TRISTEZA


Estoy triste, y no es porque el resentimiento me mata
de observar el mundo vacío en el cual vivimos
o de no tener presente las cosas que van a suceder;
me siento triste, porque todos caminamos hacia un mismo lugar
nos dirigimos allá, como una programación dada por esta vida.
Y esto me aturde, porque estamos sujetos a esclavitud
estamos sujetos  ante un yugo opresor,
impuesto, por la misma libertad  del hombre.
Pero sigo aquí buscando motivos
para aclarar la base de nuestra existencia,
aunque la confusión me agarre de las manos,
no socava lo que en mente llevo
ni extermina lo que he logrado con mi experiencia.
También he aprendido a caminar,
con la mirada fija hacia la verdad,
pero el frío de la soledad
ha manipulado mis sentidos,
aun así me he dirigido
y he podido ver en estos días de oscuridad.
Aunque me detengo por un instante,
 cierro los ojos y empiezo a soñar;  
y siento que me sumerjo
en el abstracto razonamiento de este mundo,
de este mundo traidor,
 que solo se vive por unos cuantos segundos.
La verdad, es que no estamos libres totalmente;
porque cada paso que damos,
hay un misterio por descubrir,
un muro por derribar,
un límite por cual cruzar.
Pero aun así me mantengo vivo;
escuchando en mi interior algunas voces,
logrando convivir en fantasías,
acostumbrándome a la realidad de cada día,
resignándome a la tristeza desde entonces.