(Pongan el sonido!!)
El pelo vuela alto
al sacudir mi cabeza
en la vuelta de un tango
que me lleva con firmeza,
los brazos se despliegan
con fuerza, sin violencia,
una pierna se eleva
en ballet de decadencia.
La melena despeinada
y el calor que va reptando
lentamente, por la espalda,
con el sol acompañando
a los ojos seductores,
a la sonrisa de deseo,
al corazón apasionado
y emociones de desvelo.
Bandoneones que retumban
en el pecho abandonado
sin un dueño que posea
ese cuerpo allí bailando.
Déjame ser en la melodía!
tango, no te acabes nunca!
déjame soltar con cada giro
la pasión que hoy me trunca.
Una vuelta más, salvaje,
con la música posesa,
y la mano contoneando
gotas de delicadeza.
Cintura de amores fracasados,
ímpetu de un alma hecho de olas
que se enreda en el aire espesado
mientras me vé bailando sola.