Aún no conoces a la otra
la que piensas que no te pertenece
porque en tus pesadillas la ves dormir en otros brazos.
Y tu mano no la alcanza,y tu mano no la toca.
No puedes conocer a esa otra
que se desangra los dedos caminando por las rocas
la que llora entre las sombras
la que en silencio ha quedado
cuando se acuesta a tu lado
sin los pétalos de rosas
No conoces a la otra
porque te consume el miedo
de descubrir la tibieza
en el eco que rebota de su palabra silente
ni de mirarte en el reflejo que a su alma le provoca.