¡Oh locas miserias humanas!
Cuan equivocadas estáis…
Mirar al cielo, rezar, pedir…
el agua que vais a necesitar.
Regar con ella el alma
para tener libertad.
La tierra seca en los campos está.
Yerma…
Los trigales amarillean…
no crecen…
¡no pueden vivir!
De pena yacen y mueren.
Y… nosotros los humanos,
en vez de pedir…
de rogar o alabar…
para esa agua recibir
con hacer daño…
disfrutamos más.
Redimir el alma, para no sufrir.
Llevar la alegría en la cara…
En el corazón, cantares…
que llenen…
que inunden…
las vidas de todos aquellos que sufren.
¡Malditas miserias!
No de pan ni de hambre.
Miserias del alma,
miserias que hieren…
que dañan…
¡Recapacitar, os ruego!
Rezar, alabar…
Pedir el agua.
El campo se seca,
la tierra…
la tierra se yerma…
¡No dejar que el corazón se nos duerma!
Llenar de alegría, de pasiones…
Los pechos, los sentimientos…
De sonrisas los labios.
¿Qué pensáis…?
¡Encender el pensamiento!
¡Estamos muriendo!
De rencor, envidia y llanto.
Como las siembras, antes verdes.
Ahora yermas y ocres…
Porque es larga la espera,
Porque no llega el agua…
que esperan…
Higorca