Los latidos del corazón
Me golpean en un son sin compasión,
En intentos homicidas
Abrirme mil heridas
Y saltar del pecho sin paracaídas,
Estrellarse contra el pavimento
Y revelar que miento
Cuando le sonrió sin intención
A esta estúpida situación,
De buscar y no poderla encontrar,
De esperar y no verla llegar,
De no saber a dónde está
O a dónde va,
De no entender y pretender ver todo con claridad
Aun cuando me falta toda una mitad,
Aun cuando me vuelvo más predecible
Y ella un poco más inalcanzable,
Aun cuando esto está más inentendible
Y ella cada vez más imposible,
Como encontrar un trébol de cuatro hojas,
Un desierto yermo lleno de rosas,
Como vaciar solo con mis manos el mar
Y en una noche de migajas volverlo a llenar.