Las gallina y los pollitos
ayer los vi muy callados,
se sentían muy solitos
porque el gallo se ha marchado.
Luchando en el gallinero
con valentía y entusiasmo,
la gallina y sus polluelos
ya no extrañaban al gallo.
La gallina sin el gallo,
solamente con sus pollos,
en lo bueno y en lo malo
unidos estaban en todo.
De esas gallinas valientes
hay bastante por el mundo
cuando gallos inconscientes
las dejan solas y sin rumbo.
Alejandro J. Díaz Valero