Ana Maria Delgado
NOCHES INFINITAS
Desvelado,cazando fantasmas burlescos y nebulososdesciende de la oscuridadpara caer sin buscarloen una atmósfera pestifera y sofocante. Tratando de disipar la angustia de su vientre agitadoclava sus enormes ojos en el musgoque con fuerza y placerrelame la piedra erosionada. Rendido ante el carnicero y mutilante friocierra la boca para proteger sus dientes sensiblesy reprimir dolorosos e insoportables quejidos. Por conspiración nefasta de su húmedo atavíoy su progresiva cojeracamina lento,mientras le pesa y le lacerael tenebroso aborto provocado de sus sueños,en lontananza de sus días verdes,…..va agonizandomientras se esconde el sol y muere la flor de un día. Refugiado en un triste aposentoaletargado e indolente,se sienta balanceando sus pies en el barranco,mientras respira recuerdosy escucha sus ecos debilitarse en la nada,cauteloso esperaque la noche se vuelva infinitapara evadirse de las albas ardientesy despreciar la claridad.