¿Por qué detienes tus pasos?
¡Ven, anda ven!
afuera esta lloviendo
y el viento es frío.
Ven, quiero abrazarte,
despojar la ropa que hace temblar tu cuerpo,
ofrecerte mi calor frente a la chimenea
y amarte como otras veces,
como otras veces que te hice mío.
Cuando te cobijaron mis besos
bajo la inmensa noche
y al compás de gemidos
cantabas en mi oído.
Cuando al son del tic tac de aquel reloj
danzaban mis caderas,
cuando llorabas de placer,
mientras afuera llovía,
cuando mi pecho se agitaba
y mi senos enardecían.
Ah!...Por favor ven,
afuera esta lloviendo,
el viento es frío.
Y yo...
yo tengo tantas ganas de amarte
de hacerte una y otra vez mío,
solamente mío.
(Anita Silva)