¡Bonita!
Mi alma tórrida y aguerrida te busca
entre los páramos para saciarse.
En silencio te imagino como eres:
El verano del follaje y las azaleas,
picoteando uvas dulces y pistilos.
Llenas pájaros y zurces alas en las nubes.
Emigra mi alma a cualquier rincón para buscarte.
El trino de la lejanía suave y delicado
se esparce, sacude y hace eco.
¡Bonita!, te imagino como eres.
Mi alma se complace y vuela incógnita para saciarse.
Arte y vuelo se conjugan
y te escapas entre plumas, alas y enramadas:
lúcida y coqueta, indómita y endeble,
taciturna y sonrojada.
Te imagino atrapada en la espesura.
Trasluces los colores y los mezclas,
aromática y seductora, trigueña flor en vilo.
Mi alma excitada te dibuja como eres.
Salvador Pliego