Chiquillo en bici llevando un par de trapos de piso,
ese chiquillo lleno mi alma de tristeza, de rencor,
por una sociedad que ni lo mira pasar,
el mirando jugar a los demás niños, mirando pasear
a cada uno de ellos jugar con juguetes, mientras el
solo el tiene que pasear en su bici, vendiendo trapos de piso
para poder mantener a sus padres, padres que ni figuran en su infancia
que ni lo miran crecer, que solo ven a un adulto vendiendo,
a un pequeño adulto que solo les trae plata para su borrachera,
que realidad de mierda, realidad que es más fácil olvidar solo
dando vuelta la cara, es fácil quejase, es fácil no hacer nada
es fácil ganarse el dinero a costas de niños vendiendo trapos de piso en bici
y toda una sociedad mirando sus egos, mirando su propio bienestar,
y yo simplemente sin poder, sin saber qué hacer, a quien mirar
como respirar, mis ganas de robarme esa almita para mí
para dejarla crecer en paz, con su infancia, con sus ganas de jugar,
con sus sonrisitas.
La sensación al ver ese niño tan pequeño andando en su bici
yendo a trabajar para mantener a ese tan egoísta sistema,
olvidándose de su voz, de su niñez, de su lugar en esta sociedad sucia.