Amémonos sin lucro, sin fundamento,
sin estereotipos, ni escrúpulos;
prestos en entronizada batalla,
sueltos como pareja de gorriones al terminar el cortejo,
libres como aire que corre a la montaña;
entrelazada tú, entrelazado yo,
entretejidos nuestros miembros guerreros
hasta cansar la noche,
hasta que llegue el día
y el sol nos reanime para otra batalla.
Gorriones entrelazando sus alas,
dejándose llevar en el aire hasta la montaña,
donde nos amemos hasta cansar el día
y nos sorprenda la noche,
y el sol de la mañana siguiente nos reinicie
en un amor sin límite…