No se si para ella mis abrazos están tasados
No se de algún patrimonio que cueste más,
Hay algo en su mirada que me dicta su odio
Puede que sea algo personal.
No se hasta que punto soy un bien
No se cuando las cosas irán de peor en mal,
No encuentro otra ofuscada negación
Que empezar negando cada oración
sin saber bien si amar.
Soy un tipo de hombre desalojado
de los brazos de quien me parió,
ya me ven como un ermitaño
de frío corazón y helado pasado.
Espero que algún día comprenda
que no se está perdiendo un piso
producto de hipoteca,
sólo pierde un hijo que la consuela
de una madre que no se deja consolar.
De un llanto nacen lágrimas gratuitas
de mi voz un consuelo de corderos
que no hace más que dañar.
Hipotecado ha quedado el cariño
que he dejado de prestar,
incumpliendo el contrato
me voy para nunca más regresar.
He derramado caras lágrimas
y ahora mama
ya podrás llorar por algo
que has perdido de verdad.