¿Habrá un cielo bajo la tierra
donde los pájaros puedan al fin volar libres
y las máquinas de volar se vayan por siempre
y las máquinas de habitar no les abrume el paso,
un lugar donde los animales
corran libres por los campos
y se dejen atrapar
para ser acariciados por los niños,
para conocer un poco más nuestra naturaleza
o la de ellos
para al fin entender
que habitamos de igual modo
aunque ellos sean más felices?
¿Habrá un cielo bajo la tierra
o un lugar después de esta vida
donde no importen las edades ni la historia
ni vos ni yo ni él,
sino nosotros
donde al fin,
las agujas del reloj
se acuerden por siempre de mi
o de él
o de quien sea
pero que se acuerden
por fin de alguien?
¿Habrá alguien escondido ahí
adentro?