JUSTO ALDÚ

ANÉCDOTA PRIMERA

“La muerte es algo que no debemos temer porque, mientras somos, la muerte no es y cuando la muerte es, nosotros no somos". 

                                                    Antonio Machado

 

Se vieron sus heridas

conocieron su jaula

sus manos vacías

su tiempo sin calma.

Errante inquisidor

pastaba en los potreros

sus dedos cual ramales

eran sangre sin tiempo.

Los ojos como pus

amarillenta y mancillada.

 

Luego vino la paz

con la justicia acallada

sin aguas, ni caballos

ni luciérnagas preñadas.

Los hijos de la estirpe.

La vida apuñalada.

 

Ya no queda montaña

ya no queda río.

No queda de nada.

Así el guerrero levanta

una luz en su mirada

sale al campo y empuña

la justicia como espada.

 

La muerte ve el convite.

-Destino de los hombres-

Las sombras en vigilia

seguirán el beso de la amada.