"No amanece cuando sale el sol, sino cuando alguien como tú abre sus ojos".
Para muchas cosas vas sola por la vida,
como todos a veces te sientes perdida
y crees que las fuerzas te van a fallar.
Entre el estrés y la angustia te ahogas
y de vez en cuando escribes, te desahogas
confiándome cosas que no quieres callar.
Has sabido ser padre y madre a la vez
y siempre sales triunfante, airosa, ya ves,
tienes el temple propio de una gran mujer.
Alguien que está preparada para luchar
y que en esa lucha tenaz aspira a ganar,
pero está preparada también para perder.
Eres humana, lloras, te ríes como todos
y tienes en tu manera de ser tus modos
de demostrar en tu alma tu real esencia.
Para el frío ofreces las mejores cobijas
y de esto que digo sé que tus dos hijas,
son sin duda alguna la mejor evidencia.
Ejemplo innegable de mujer muy honesta,
madre luchadora que su esfuerzo presta
por sacar a tus seres queridos adelante.
Que tropiezas y caes igual que todos caen,
y que a pesar de tantas cosas que te atraen,
no dejan de ser tus hijas lo más importante.
A mí me lees ya desde hace muchos meses
y en mis letras una fan emocionada pareces
porque aplaudes cada poema que publico.
Ahora yo un poco contrariado hasta pienso
que aunque el espacio para escribir es inmenso,
para agradecer tanto cariño se me hace chico.
En tu país no sé qué tan fuerte sopla la brisa,
pero seguro lleva la magia de la franca sonrisa
que vemos todos al ver cualquiera de tus fotos.
Te las arreglas para mantenerte bella, es así...
por eso no sería raro saber que hay tras de ti
una hilera interminable de corazones rotos.
Albita y Selene muy orgullosas deben sentirse
porque en la vida no siempre puede decirse
que tenemos una madre que no sabe fallar...
Al hablar de ti la honestidad es el gran tema
y yo que quería componerte hoy un poema...
¡Ñandejara! ¿Ves? Ya te lo acabo de dedicar.