Ayer me levanté temprano
para ver salir el sol
y sentí los tibios rayos
que en la cara me dejó.
Ayer me levanté temprano
y quiero volverlo a hacer,
pues vi cuando prepararon
en la cocina el café.
Ayer me levanté temprano
y me llené de alegría
al comprender sin reparos,
todo lo que me perdía.
Alejandro J. Díaz Valero