Armando G.

Y si te digo, eres tú…

Y si a mi llegan sus pensamientos
en la vorágine constante de mis días
y cuándo a usted llamo
me llegan al instante sus mensajes,
es que aunque lejos
estamos conectados y nos pensamos
en cada momento de la vida.
 
Y si le respondo,
para mí el amor
era una quimera y de mi mente
 lo tenía yo alejado,
usted con su encanto lo ha despertado,
 haciendo en mi renacer la ilusión del amor,
que daba como olvidado.
 
Y si usted supiera
que sólo deseo ver su imagen,
sentir su cuerpo contra el mío,
 su rostro descansando en mi pecho
será como vivir en el paraíso
por mi escogido.
 
Y el día llegará
en que las sábanas cobijen
nuestros cuerpos,
los cuerpos olorosos de placeres vividos
en interminables jornadas
donde entre nosotros
nada se interponga.
 
Y cuando el sol anuncia su llegada
iluminando de oro el horizonte
nuestros cuerpos enlazados
llevaran las huellas
de las intensas pasiones
vividas en la noche.