Una mirada perdida que atraviesa,
varada en mitad del cielo,
a una gaviota dubitativa.
El eco de una voz desvanecida
de un caminante errático
hacia un rumbo desconocido.
Amargo dolor que moldea el alma,
sufrimiento que se hunde en las raíces del tiempo,
que martillea toda la esencia del ser,
como testigo del definitivo naufragio
del desvencijado barco del querer.
Curiosidad y miedo,
insólita pareja,
y excéntricos compañeros,
de un viaje sin retornO.