Estrella de la noche.
Lumbrera del amanecer.
¡Cuán hermoso eres tú, hermoso rey!
Tu aspecto de relámpago,
vestidura como la nieve,
cabellos de luna pura
¡Qué impresionante eres!
Ante ti vengo a postrarme ,
con canto y fervor.
Enjugar tus pies quisiera,
con alabastro de amor.
El universo has creado,
en toda perfección,
¡Cómo no adorarte!
Aquel que cambia, que transforma,
que nos llena
como golondrinas que cantan en
primavera.
Como ríos desembocados, corres en mi interior,
así te siento en mi vida,
mi más grande e intenso amor.
¡Tú mi señor!