Yo podré olvidar la fecha
del día en que nos conocimos,
lo que no olvido es la flecha
que aún me tiene cautivo.
Que aún me tiene cautivo
escribiendo mil poemas
en donde tú eres motivo
que surge a manos llenas.
Que surge a manos llenas
como flores en el campo,
que llenan la tarde serena
con aves que dan su canto.
Con aves que dan su canto
armonizo este amor silvestre,
abriendo mis ojos tanto
para no dejar de verte.
Para no dejar de verte
he tatuado tu silueta
y para no dejar de quererte
me he convertido en poeta.
Me he convertido en poeta
para domar métrica y rima
y mantenerte en mis letras
cada vez que las escriba.
Cada vez que las escriba
iré perdiendo la cuenta
y no sé si por cosas de la vida,
yo podré olvidar la fecha.
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BONUS TRACK
UN PRIMER POEMA
Meditando solitario
en un modesto cafetín
esperaba un café
que había mandado a servir,
un poco contagiado tal vez
por el aroma que deja al hervir.
Tomaba lentamente un sorbo,
lo saboreaba para sentir
la deliciosa infusión
que me motivó a escribir.
De pronto una mujer apareció,
me observaba sin nada decir
y yo sin prestar interés al asunto
no quise mi trabajo interrumpir;
hasta que me dijo con osadía
podría hacer un poema para mí.
Levanté la mirada para verla
y pude en ella descubrir
las ansias de tener un poema
y quise responder de manera gentil
al verla en mares de tristeza
con el alma a punto de sucumbir…
Supe que era barco a la deriva
que no lograba ser feliz,
entonces quise darle un regalo
a ver si la veía sonreír.
Pedí a mi musa de repente
que supiera a mi cerebro acudir
para escribir versos como flores
que pudiera sembrar en su jardín;
y ella con cara agradecida
tuvo la ocasión de recibir
el primer poema escrito a su nombre
en aquel día de San Valentín.
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