Naciste en un establo
para poder darme morada en el cielo,
fuiste acostado en un pesebre
para dejarme descansar en pastos delicados,
viniste a ser hijo de hombre
para trasformarme en hijo de Dios,
te dejaste golpear y escupir
para sentarme en tu regazo
y poder hablarme al oído,
guardaste silencio y tomaste mis acusaciones
para através de ti poder ser yo inocente,
con espinas te coronaron
para poder yo tener acceso gratito a la presencia del Rey,
cargaste una cruz cuesta arriba y me dijiste:
mi jugo es fácil y ligera mi carga,
te dejaste clavar, muriendo mientras veías la espalda de Dios,
mas sabiendo que Él miraba el nuevo nacimiento en mi
entregaste todo por mi y solo me pides mi corazón y mis pecados,
¿por que no he de dártelos?
Estoy enamorado de ti Jesús
Y en este Valentín te digo:
Gracias por existir