Latino

Despertares

<!-- /* Font Definitions */ @font-face {font-family:"Cambria Math"; panose-1:2 4 5 3 5 4 6 3 2 4; mso-font-charset:0; mso-generic-font-family:roman; mso-font-pitch:variable; mso-font-signature:-1610611985 1107304683 0 0 159 0;} @font-face {font-family:Cambria; panose-1:2 4 5 3 5 4 6 3 2 4; mso-font-charset:0; mso-generic-font-family:roman; mso-font-pitch:variable; mso-font-signature:-1610611985 1073741899 0 0 159 0;} @font-face {font-family:"American Classic"; mso-font-alt:"Times New Roman"; mso-font-charset:0; mso-generic-font-family:auto; mso-font-pitch:auto; mso-font-signature:0 0 0 0 0 0;} @font-face {font-family:"HG Mincho Light J"; mso-font-alt:"Times New Roman"; mso-font-charset:0; mso-generic-font-family:auto; mso-font-pitch:variable; mso-font-signature:0 0 0 0 0 0;} /* Style Definitions */ p.MsoNormal, li.MsoNormal, div.MsoNormal {mso-style-unhide:no; mso-style-qformat:yes; mso-style-parent:""; margin:0cm; margin-bottom:.0001pt; mso-pagination:none; mso-hyphenate:none; font-size:12.0pt; mso-bidi-font-size:10.0pt; font-family:"American Classic"; mso-fareast-font-family:"HG Mincho Light J"; mso-bidi-font-family:"Times New Roman"; color:black; mso-ansi-language:ES-CR;} .MsoChpDefault {mso-style-type:export-only; mso-default-props:yes; font-size:10.0pt; mso-ansi-font-size:10.0pt; mso-bidi-font-size:10.0pt;} @page Section1 {size:612.0pt 792.0pt; margin:70.85pt 3.0cm 70.85pt 3.0cm; mso-header-margin:36.0pt; mso-footer-margin:36.0pt; mso-paper-source:0;} div.Section1 {page:Section1;} -->

Este despertar entre los pinos malváceos de la tarde

tu mano entre las mías,

el diálogo a la espera;

este nacer a la duda y el morir a la inocencia

con manojos de ti entre mis sueños,

con algo de mí para tu espera.

 

Este amanecer

que nos sorprende callados

-aun en el silencio hay entrega-

tiene algo de ti y de mí,

algo nuevo y viejo,

como la fruta del recuerdo,

como una onda esparcida

en la quietud quebrada del estanque.

 

Somos mucho menos que tangibles,

sugestionables,

temerosos,

inexpertos;

un suspiro replicado en las laderas del invierno;

este invierno tan aguacero, tan sublime, tan nuestro,

tan sensible, tan humano.

 

Nuestras manos se entrelazan,

se estiran,

se tensan;

se acarician en los panes que amasamos;

se esfuerzan laboriosas contra espinas ignoradas,

apanan las coníferas asedadas del ocaso.

 

El horizonte

- donde labios besan el azul-

es burlona silueta que nos huye...

La sombra, la nuestra,

nos sujeta y nos elude:

atestigua cada entrega.

Y el amor...

el amor es el combatiente:

nos retoña de ternuras en cada despertar,

en las manos que acarician,

en los panes que nos damos.