MIRIAM RINCON U.

El Depredador.(ENSAYO).

El Depredador.

 

Hasta dónde el más increíble, pernicioso y desalmado de los depredadores, con su inconsciencia, afán de lucro, de poder, de un degradante materialismo, ha llevado esta maravilla de planeta creado por Dios, Para que todos los habitantes tuviéramos lo necesario y fuéramos felices para siempre.

Pero su egoísmo, su avaricia, su enfermiza obsesión por querer superar ,a como diese lugar, la fortuna de otros y llegar a la cúspide de la lista de los más ricos del mundo, lo ha enloquecido hasta no reparar en cómo ni de qué manera tenga que hacer, para lograr sus sicóticos propósitos. Hasta llegar al peligroso borde de exterminar a los seres vivos y convertir a la tierra en inhabitable.

Con la paranoia de la prominencia o supremacía militar, se han hecho y justificado una cantidad de aberraciones, consideradas como crímenes de lesa humanidad con armas nucleares, químicas, biológicas y otras quizás bien escondidas aún, cuyo único objetivo es dominar, subyugar, oprimir, despojar de sus posesiones, humillar, despersonalizar, desarraigar de su entorno, y asesinar impunemente, a sus hermanos según la ley de Dios,  porque  si no aceptan el dominio y la servidumbre,  son exterminados sin ningún miramiento ni contemplación.

Muchas veces me dan ganas de empezar con el tradicional introito o inicio de los cuentos: Había una vez…

No será posible decir: Hubo una vez un hermoso planeta que se llamó la luna, con bellezas indescriptibles, con gente buena, humanitaria, trabajadora, que era muy feliz con lo que tenía.

El mayor componente de su cuerpo era el amor y se lo repartían a manos llenas, nadie envidiaba, ni usaba  la trampa, la mentira ni la marramuncia y menos la corrupción, el compadrazgo, el tráfico de influencias, la usura, el chantaje, la amenaza, el uso de la fuerza ni de las armas de ningún tipo, para quitarle a otro lo que le pertenecía, empezando por la vida.

Pero un día, aparecieron algunos lunáticos con el alma enferma y empezaron a dividir las propiedades, los grupos sociales, crearon fábricas que producían mucho humo asfixiante. Talaron los árboles, los ríos se secaron, el clima cambió porque la protección de la capa de ozono fue destruida lentamente por los contaminantes de los lunociviliconquistadores, no se cultivaba y así llegó la miseria, las enfermedades y el hambre.

Los cataclismos eran más continuos, fuertes y más destructivos, los rayos solares más penetrantes coadyuvaban con factores provenientes de la contaminación interna, sobrecalentando el ambiente, acelerando el deshielo de los polos, glaciares y sierras nevadas.

El aire se hacía cada vez más irrespirable, las fuentes de agua potable se secaron… todo se volvió estéril, los lunienses se extinguieron, la atmósfera se oscureció y la luna dejó de ser lo que había sido. Pasó a ser de un hermoso planeta a un satélite y tiene algo de brillo por un acto de gracia del sol, el cual le presta un poco de su luz por la noche para alumbrar a la tierra, pues es un pacto entre el astro rey y la reina tierra, quien no quiso dejar a oscuras totalmente a los enamorados.

Y quién puede decir que no es así? Acaso los científicos que no han conseguido la cura para el Cáncer  y el  V.I.H….? o es que tal vez si saben cuál es, pero no lo divulgan por los inestimables intereses financieros, que gravitan alrededor de estas y otras enfermedades, las cuales cada minuto cabalgan sobre el hombre como un fatal péndulo de muerte.

Pueden  acaso asegurarlo los de la O.E.A. , los de la O.N.U. , los de la O.M.P.S. , los jueces de la Corte de la Haya que cuando más se necesitan, menos se les halla y se han vuelto intrascendentes por sus grandes fallas, la C.D.D.H. cuyos miembros hablan sandeces y nadie les obedece, la C.I.P. que mejor se mantiene en prudente silencio, pues cada vez que hablan, cierran un medio de comunicación en cualquier parte del mundo o Baltasar Garzón quien le hace competencia al guasón, por lo risible de sus últimas actuaciones.

O será la U.N.E.S.C.O. quien se la pasa declarando patrimonio de la humanidad, muchos parques, edificaciones y otros, pero residenciados en Paris, su personal, parece que no tienen ojos para ver la polución… y la debacle del medio ambiente. Creo que la U.N.E.S.C.O. debería declarar patrimonio y responsabilidad  de todos los gobiernos del mundo al continente africano, para ver si de esta manera grupos de ciudadanos del mundo con la voluntad y los recursos económicos, médicos, psicólogos y demás, pudiéramos aliviar un poco o en la medida de nuestras posibilidades la situación infrahumana en la cual viven nuestros hermanos del África. Un solo ejemplo para no extenderme pero creo que hay otros continentes, pueblos, países, emiratos y alguno que otro más a los cuales se le debería dar la misma clasificación, con el propósito de que el mundo entero colabore para erradicar ideas, costumbres, sectarismos y racismos que están causando muchas tragedias factibles de erradicarse.

Lamentablemente en este mundo de hipócritas, lisonjeros, y carroñeros, lo que abunda es una gran cantidad de adulantes, eunucos mentales y serviles de los que tienen las armas, el poder y el dinero, bien per se, por ancestral conformismos de las grandes masas de ciudadanos o por el encantamiento de serpiente que han logrado ejercer los jefes de gobierno y sus acólitos, sobre algunos electores más decepcionados y con menos capacidad intelectual.

Hay otros que ni tan decepcionados ni tan faltos de conocimientos pero si taimados, conocidos en todas las naciones, para quienes en algunas oportunidades su fidelidad es hasta la muerte y otras personalidades del mismo grupo no lo son tanto, pero lo ocultan como verdaderos profesionales del arte escénico, sin embargo al igual que el oso van tras el tarro de miel con los ojos cerrados.

Estos que constituyen la minoría, llamémoslos los súrsun cordas, basándose en argucias cada cierto tiempo logran opacarnos a la gran mayoría de los habitantes del planeta, de tal manera que somos marionetas atónitas mientras observamos impotentes, cómo ellos a pesar de que estadísticamente son muy pocos, cada día dan un paso más hacia la total destrucción de nuestra gran casa.

Creo que no tendrán dudas ahora, que el mayor depredador sobre la tierra es el hombre. Quien no mata para alimentarse si no por placer, por hobby, para satisfacer su vanidad, tener y demostrar poder sobre su víctima, por ahitarse de materialismo y alimentar sus enfermizos egos.



RESERVADOS LOS DERECHOS DE AUTOR:

MIRIAM RINCÓN URDANETA