Las palabras fluyen como el afluente
De un pozo vacío, de un hueco distinto sin ningún sentido
Silencios pronunciados a gritos por las voces de un ayer
En la mas tétrica figura de un mundo al revés.
Incesantes tormentos atribuye el viento en su ser
La penumbra en su gozo de dulce miel.
Cascabelea una estrella rota en el firmamento
Como una campana que anuncia el réquiem de un muerto.
Postrando a su paso en un sueño eterno
A muchos seres que una vez tuvieron vida
Mas ahora están confinados en el frío perpetuo
Donde son moradores de los oscuros secretos.
Agonizan en la llanura de un desierto
Donde la vida se vuelve polvo
Y el polvo oscurece el cielo
Nada existe, nada existirá, nada…