Ahí tensión en el aire mientras el baile de la vida esconde sus enseñanzas
En una caja de paja que se prende fácilmente cuando le palpas
La duda hermana tirana aparece en el alba
Y roció de veneno el hotel que hospedaba tu calma
El guerrero del cuento huyo al anochecer
Ocultando entre satánicos mensajes lo que nos dio placer
Pero no alcanzo a ocultar el ángel negro que colgaba a sus espaldas
Y la visión maligna a la que invitaban sus cartas
Pendones caballerillos hicieron mella en su costumbre
Y la anticuada sensación de paz en el trajín le elude
No queda más que la soledad de un mundo sin luces
Marcado tras el sombrío caminar del que no carga cruces
Tras quince largos días no hubo más que calabobos
Entre amor y odio se escondió su rostro
No había un quien, un que, un donde o un como
No había más que torrentes de flujo sanguíneo
Y maldiciones prendidas a la forma como se fueron vestidos
Llagas abiertas hongos y gangrena por todo el costado
Avaricia muerte asesino de sus cantos
La pulcra ternura con la que hablo aquel diablo
Negras premoniciones y ritos malvados
Con su compañía hoy mas cerca de lo que ayer imaginaron
Camándula en mano y cristos en la cartera
La biblia en la casa cerrada por que leer no interesa
La tumba de un espíritu que invoca piedad, clemencia
Fuego en las paredes, mierda en las cabezas
Sin mas salidas que el suicido piensan
Con los pies en el suelo y la duda tan cerca
El pecado es la maldición que a lo peor nos condena
Una vida lejos de Dios lejos de la paz, lejos de la feliz vida eterna.