julio de guernica

Enfermo...

Las manos contraídas, los músculos que tiemblan;

la fiebre que me abrasa la sangre en las arterias;

el corazón de pronto que apura su latido,

la mente que delira, mil cosas sin sentido.

Dolores muy profundos, alcanzan hasta el hueso,

y bañan mis mejillas dos lágrimas de fuego;

nadie puede explicarse porque esto me sucede;

aunque ven que de a poco el alma se me muere...

Es que estoy muy enfermo, porque te quiero tanto,

y mi cuerpo es un grito que dice que te extraño,

que el único remedio, lo tienes en tus labios,

y el néctar que resuman, será mi vulnerario;

si como un cataclismo que parte el universo,

me regresa a la vida, la magia de tus besos...