Fugaces latidos los
del niño,
que detiene el
tiempo que llevo dentro.
Contando los días,
espero que
pueda aflorar,
ese niño
que llevo dentro,
ese niño travieso,
ese niño inocente,
ese niño juguetón,
ese niño desobediente,
ese niño atrevido,
ese niño al fin y al cabo
que todos lo llevamos
dentro.
Verbo desde la primera
hasta la última persona,
en todos los tiempos,
detienen una plegaria
que está por llegar.
El niño que ama
a su madre
mas que nada en el mundo,
ese niño que se esconde,
el de canicas y papagayos,
el de ranas en la escuela,
el juego de pelota,
llegó tarde a casa
pero su madre lo
entiende,
es un niño y nada mas.
Si ese niño,
pudiera llegar a salir,
cuan grande,
sería mi vida y la felicidad
de mi corazón.
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Carlos Dos Santos Daniel