Seis años desde que no le veo,
Me acostumbre a su ausencia,
a olvidar su rostro,
la relación en decadencia,
Su voz varonil en la mañana,
el abrazo fuerte, su barba,
como si fuera un sueño su compañía,
Olvide, Olvide que me hacía falta,
Y ahora que le veo,
parece mentira este momento,
que un abrazo de hombre a hombre,
haga llorar a cada uno de ellos,
Las lágrimas a mí de nuevo me han hecho un niño,
y su abrazo aprieta, su ausencia, aprieta su falta,
mi silencio de años, la melancolía que le llevo,
La alegría, el tiempo, el encuentro,
Ahora se renueva el amor,
que el tiempo borro,
el abrazo que por años se perdió.