Henry V

El eco de un Nosotros

A Rosy

 

Busco  la inercia que me eleve   la sangre

para gritar ¡no te quiero!, hasta creerlo,

 

  la voz que  cimbre tu indolencia

y  le permita  a tu  verdad   quedar desnuda

 y así sin sus vestidos, ni murallas,

 intentes mencionar  nuestros  septiembres,

 sin   un nudo en la garganta.

 

 

Busco    tus rezos,

los del   eco  de un  nosotros entre cada  signo,

 alrededor de  tus mentiras  de hoy,

 entregarlos al pájaro que navega mis venas

y  los cante hasta el día de las cenizas,

lejos  de ti.

 

Ahora busco

por si fuera poca la  sal en  mis ojos,

la   de tu sexo, para   mojarme los labios

cuando recuerde que  se termino mi tiempo

y empieza  el de otros ojos  de azúcar,

como eran los míos, el primer septiembre de un nosotros.