En mis ensoñaciones cotidianas
dosis diaria de ilusiones,
vicio de desear despierta
en los más bastos crisoles,
en la calma de mis horas muertas
e imaginación aventurera
sin más alas que mi mente
me remonto a donde quiera.
Y te pienso y me pregunto
qué estarás haciendo ahora
trabajando, tal vez corriendo,
quizás leyendo algo a solas,
atendiendo a algún viajante
o en la computadora,
estaré en tu pensamiento
un ratito a alguna hora?
Me gusta imaginarme
que cuando te beso con mi mente
interrumpes tus quehaceres
porque algo te estremece,
o si te encuentras dormido
en tus sueños no hay desvelo
porque desde aquí acaricio
a tu cara y a tu pelo.
Tal vez un día pregunte
a tu ángel guardián dorado
si me hace un lugarcito
y ser dos allí a tu lado,
estoy segura que me deja,
soñar no cuesta nada,
en mis ilusiones diarias
tú serás la mejor guardada.