Kléver Eduardo Jimbo Paladines

Sabía

Sabía que te irías en un momento u otro, sabía que tu luz se desvanecería en cada error que cometiera, sabía que tu rostro abandonaría mi mente y se esfumaría como un mal recuerdo, sabía todo y a la vez nada, en ese momento no me importaba. La verdadera paz la encontré siendo tan ingenuo, ingenuidad que me dolió cuando te marchaste, cuando me abandonaste, cuando te perdí.

Te deje ir, sin pelear por esa felicidad que colmaba nuestros corazones en un principio. Te deje ir, para que seas feliz y encuentres el verdadero amor que tanto anhelas. No servía de nada retener las aguas del océano en un frágil vaso de cristal, no tenía sentido atrapar el viento en nuestros recuerdos para luego abandonarlos en el pasado.

Para que sufrir por algo que solo a mi me hacia feliz, pero por favor, no me niegues lo que sentías, no niegues que tus sentidos se paralizaban al sentir mi respiración junto a tu cuello, no niegues que tu palpitar se aceleraba cuando mis labios te rosaban y acariciaban en una explosión de pasiones desinhibidas, no me niegues que mis letras entraron en tu pecho, no me niegues que llegaron a ti y se envolvieron en tus besos.