*** Hola amigos, este se los debía, es continuación de aquellos poemas del desayuno y del almuerzo... ¿Lo recuerdan? ***
Ya me puse el delantal
al ver que la tarde caía,
allí te puse abundante cereal
y una tasa de leche fría.
Dos pares de huevos cocidos
y unas humeantes salchichas
para mantenerte sonreído
y así aumentarte la dicha.
La carne para la parrilla
ya la estoy preparando
y también unas tortillas
con trozos de queso blando.
Como sé de tu apetito
hay plátanos y casabe
y el fogón lo tengo listo
para que no se te acabe.
Ay mujer, te digo muy apenado
que estoy digiriendo el almuerzo
y si me como un bocado
seguro amanezco muerto.
No me des aperitivo
que ya he comido bastante
mejor me das un digestivo
y un poderoso purgante.
Y la mujer al ver resuelto su lío
en sus oraciones invoca…
Gracias, gracias Oh Dios mío
el pez muere por la boca.
Y así termina la historia esta
con humorística literatura
de un glotón que se indigesta
y dice adiós, a la gula.
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