JUSTO ALDÚ

MI AMIGO JUAN

 

Acabo de verte,

caminando con rumbo perdido,

sobre el mundo.

No sé dónde ibas,

pero me hiciste volver en el tiempo.

¿Dónde habrá quedado tu último bate de beisbol,

tu balón de futbol,

tu forma de reír de los viejos lujuriosos del parque de Santa Ana?

Íbamos vestidos de niños sucios, ¿recuerdas?

En aquel estadio donde nunca atardecía

Solo éramos una muchachada

Corriendo a contraluz

Y coreando nuestro primer gol

Soñando nuestro primer beso

 

Nunca fue fácil olvidar.

Usurpamos el tiempo

con la magia de una fotografía

y  un día inesperado

con la certeza que van dando los golpes de los años,

llegó el desencanto,

la pérdida misma de nuestra niñez

Luego nos perdimos en la multitud

entre lugares amplios y otros estrechos,

más vacíos quizás, pero igualmente desesperados.

Hoy trato de reconstruir hasta tu nacimiento,

pero no me alcanza el archivo de memoria.

Solo sé que fue para entonces que llegué a quererte… Amigo Juan.

 

En tus pasos lo adivino,

sé que perdiste aquella guerra

en la puerta de la cantina

donde fuiste de aquellas mujeres fáciles

con aquel licor fácil

entre noches fáciles

y  parrandas fáciles

sin pensar que el dolor vendría después

igualmente de fácil

a ser parte de tu historia.